Los mejores ejemplares que se conservan de esta especie se ubican en antiguos cultivos, pero pensamos que deberían regularse sus poblaciones, ya que últimamente se ha extendido mucho su cultivo como ornamental y a veces se arrancan ejemplares muy longevos que se destinan, en el mejor de los casos, a jardines, muriendo algunos durante este trasplante o, de no ser así, quedan mermados de salud, acaeciendo su muerte en años venideros. También influyen negativamente la presión urbanística y la puesta en marcha de nuevos cultivos en muchas de las zonas donde aparece, que suelen compactar el suelo a su alrededor en el primer caso (asfaltado, construcción de infraestructuras) y romper sus raíces en el segundo (desfondados del suelo)